ÁFRICA SOLO DESCUBRE SU ALMA A QUIENES SABEN ESCUCHARLA. Si algún dia oyes su llamada, "la leyenda", te capturará para siempre.

África ha formado parte de mi vida desde que era un niño y nunca he logrado descifrar el por qué de esa relación. La primera pócima que inauguró el hechizo, pudo quizas empezar en aquellas tardes de los sabados, desde la butaca de alguno de los cines de doble sesion de mi barrio, ensimismado con Tarzán, con las Minas del Rey Salomón, la Reina de África, Mogambo, Hatari...

Tras casi dos decadas recorriendo los distintos países que la conforman, he comprendido que en ese continente, no caben medias tintas, porque o se rechaza de cuajo, o atrapado por sus cantos de sirena, regresas a él, como cántaro a la fuente. Tal vez por buscar esa sensación de aventura que provoca una extraña fascinación. la de sentirse como los exploradores de antaño, porque aunque cada vez menos, aún hoy dia es posible encontrar poblados y tribus, que se remontan a cientos de siglos atrás y que aun mantienen intactas tradiciones y ritos ancestrales.

Tambien porque paisajisticamente es imbatible, gracias a ese inmenso mosaico de naturaleza salvaje por donde pacen y corren libremente enormes concentraciones de animales en su estado puro y salvaje. Adentrarse en las selvas y sábanas,(en varias ocasiones a pie), por los mejores parques y en todos sus extremos, aviva aún más en mi, la esencia de esas leyendas de las que tantos soñadores de África hemos hecho culto y objeto de deseo.